MULTILINGÜISMO INDÍGENA EN AMÉRICA LATINA

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Roberto Viesca

Roberto Viesca is a BA in International Relations at the National Autonomous University of Mexico. Is a current columnist in international matters for several magazines in Latin America and Europe as well.

 

Multilingüismo indígena en América Latina

La multiplicidad de lenguas en el mundo es propia de una conformación comunitaria cultural y social inherente del hombre. Conforma el instrumento necesario para la comunicación y el diálogo intercultural. La Lengua sirve para el reconocimiento cultural, histórico y social de una comunidad dada a lo largo del tiempo delimitado por un espacio geográfico concreto.

Según la UNESCO, en América Latina existen alrededor de 420 lenguas distintas de mayoría indígena, de las cuales sólo unas cuantas predominan en ésta área geográfica. Claros ejemplos los encontramos en México donde dominan las lenguas náhuatl y maya y el quechua, lengua de mayor amplitud lingüística que se habla en 7 países sudamericanos: Argentina, Bolivia, Brasil, Colombia, Chile, Ecuador y Perú.

Sin embargo, a diferencia de estas lenguas “predominantes”, sólo el guaraní en Paraguay mantiene una excepcionalidad importante al considerarse constitucionalmente de uso y dominio social, así como segunda lengua oficial del país después del castellano. El guaraní representa un hito histórico y social para los paraguayos en la que casi dos tercios de la población  pueden al menos entenderla, hablarla o escribirla.

Desde las colonias europeas en América Latina, las lenguas indígenas han sido marginalizadas como variantes lingüísticas o, en su defecto, como dialectos. La diversidad lingüística indígena sigue un patrón socialmente identificado como diglosia, que obstruye el posicionamiento igualitario de éstas con respecto al castellano. La tensión existente entre lenguas de origen europeo y las indígenas conduce al debilitamiento y probable desaparición de éstas últimas. Del total de lenguas indígenas que se hablan en la región, la UNESCO informa que el 26% de ellas se encuentra en grave riesgo de desaparición.

Es importante destacar que el Instituto Nacional de Lenguas Indígenas (INALI)  en México destaca tres categorías para catalogar la diversidad lingüística indígena:

  1. Familia lingüística
  2. Agrupación lingüística
  3. Variante lingüística

Estas tres categorías presentan un esbozo etnocientífico de estructurar las lenguas indígenas en razón de su importancia y número de hablantes que existen. En América Latina existen 27 familias lingüísticas indígenas de las cuales, 11 se encuentran en México: 1) Álgica; 2) Yuto-nahua; 3) Cochimí-yumana; 4) Seri; 5) Oto-mangue; 6) Maya; 7) Totonaco-tepehua; 8) Tarasca; 9) Mixe-zoque; 10) Chontal de Oaxaca y; 11) Huave.

Todas ellas presentan su agrupación lingüística relacionada con el pueblo indígena que representa una diversidad lingüística interna que se hacen manifiestas tanto en el plano de sus estructuras como en el aspecto social-comunitario. Mientras que por su parte, la variante lingüística es empleada por la población hablante de lengua indígena para hacer referencia al contraste de los planos estructurales y léxicas entre comunidades o regiones asociadas con un mismo pueblo indígena.

La lengua no es una herramienta para universalizar homogeneizar. A mi parecer  es un instrumento capaz de contribuir a entablar relaciones de entendimiento y cordialidad entre la heterogeneidad cultural de las relaciones humanas y a la socialización comunitaria que de ellas emanen.

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